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Comunidades Nativas

 

La selva satipeña se caracteriza por albergar en su territorio numerosas etnias nativas: Asháninkas, Yánesha, Piros, Amueshas, Nomatsiguengas, Cakintis, Amewakas, etc. las cuales aún conservan muchas de sus costumbres.

De las trece familias etnolingüísticas, dos de las familias más numerosas son los Jíbaro-Jíbaro [Aguaruno-Huambisa], que habitan en el norte del Perú y los Arawakos [Asháninkas y Yánesha], principales habitantes de esta zona del país.

Nuestro objetivo es proporcionales el máximo de información sobre nuestra población nativa, su historia, sus costumbres, etc. por lo cual hemos hecho un trabajo de investigación revisando diversas fuentes a través de libros y/o documentos encontrados en internet.

Tenemos que remarcar que una parte importantísima de la historia del Perú se desarrolló en el territorio de los Arawakos, que fue la rebelión de Juan Santos Atahualpa. Esta rebelión hizo retroceder a la colonización española en la zona por más 100 años, a tal punto que recién en el siglo XIX logran entrar los primeros españoles.

Al respecto, citaremos al especialista peruano en asuntos indígenas amazónicos, Roger Rumrrill, en una entrevista de Daniel Brousek el 08.sep.04, cuando dice: "En la selva central peruana hay un territorio ancestralmente indígena porque se produjo la mayor revolución indígena [1730, siglo XVIII], que fue de Juan Santos Atahualpa. Esta rebelión fue unitaria andino-amazónica, porque Juan Santos Atahualpa era quechua y lo secundaban Asháninkas y Shipibos. Esto ocurrió en el territorio de los Arawakos".

Desgraciadamente, con el correr de los años, los nativos, legendarios habitantes de la zona, han ido perdiendo su territorio e identidad ante la llegada no sólo de la cultura europea, sino también de la andina (descendientes de los Incas).

"Sin embargo -continuó-, cuando los turistas visitan actualmente la selva central y van a su ciudad más importante, que es Satipo, pasan por varios pueblos con nombres Asháninkas, como Yurinaki y Pichanaki, pero ya no están los Asháninkas. Sólo quedan sus nombres. Ellos fueron empujados por la civilización a los últimos reductos de la selva central. Ya no están en ese terreno en donde se rebeló Juan Santos Atahualpa. En la medida en que son despojados de sus territorios milenarios van en camino a la extinción. Ya no serán más indígenas y se convertirán en peones o proletarios".

Queremos también hacer una diferenciación entre la población andina ("serranos" de los Andes) y la población indígena andino-amazónico ("nativos" de la Selva) ya que en estos tiempos en que la deforestación y destrucción del bosque amazónico avanza cada día, tenemos la obligación de resaltar el valor que los nativos dan a esta naturaleza.

"Para la población indígena andino-amazónico, continúa Rumrrill, el territorio es vital para mantener su identidad, su espiritualidad, su historia y su vigencia como pueblos. Por eso es que en la agenda indígena el territorio es un punto vital. El concepto de territorio para el indígena no es tener un espacio para producir bienes materiales, sino que tiene que ver con el concepto de nación. En el territorio está su cultura, su historia, sus dioses y su forma de vida".

"Los colonos andinos son adversarios de los indígenas amazónicos porque los hacen replegarse. Siempre hay pugna entre ellos por una cuestión cultural. Los colonos andinos tienen hambre de tierras, bajan a la selva para eso. La concepción de un indígena andino sobre el territorio es la de una superficie limpia, plana, sin bosques, casi sin naturaleza. Así es el terreno en los Andes, pero cuando llegan a la selva se encuentran con un bosque y lo cortan para seguir con su mismo sistema económico de monocultivo (sembrar papa, camote, maíz, yuca, etc.)", explicó.

"Por su parte, los comuneros amazónicos le dan un tratamiento especial a la naturaleza, hay todo un respeto por ese bosque. Para el amazónico, la naturaleza es toda una arquitectura. Si destruyen su bosque, acaban con toda su fauna, flora y espíritus", advirtió.

"Para el andino, sus dioses habitan en los cerros, los famosos Apus. En cambio, los dioses amazónicos habitan en los bosques y en el río. La cosmovisión religiosa entre andinos y amazónicos es totalmente distinta", sentenció.

Se han realizado también muchos trabajos de investigación principalmente sobre los Asháninkas que constituyen el grupo étnico más numeroso de la selva peruana. En la sección "Especiales", dentro del menú "Historia", les presentamos estos trabajos que hemos encontrado en bibliotecas y/o internet. Citamos sus autores y fuentes bibliográficas.

Hemos realizado un resúmen de sus características tomadas de distintas fuentes para que pueda conocerlas mejor.