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Siglo XX

 

El 31 de Diciembre de 1909, el gobierno de don Augusto Bernardino Leguía y Salcedo (1908-1912) da la Ley_1220, regulando la legislación sobre los terrrenos de montaña. El objetivo de esta ley era reformar la legislación para promover la colonización y progresos de las zonas orientales ofreciendo así garantías de estabilidad a las industrias agrícolas y en especial a la industria gomera.

En 1912, Monseñor Francisco Irazola, destacado en las misiones de Apurimac, realizó una expedición desde Puerto Kimpitirique, en las montañas de Huanta, por el río Apurímac, cruzó la unión con el Mantaro y siguió por el río Ene hasta la confluencia con el Río Perené, navegó por este y penetró por Pangoa hacia el valle de Satipo, hasta llegar a Pampa Hermosa, con el objetivo de trazar los planes para el establecimiento de misiones para evangelizar a los nativos.

En 1913 ocurrió la última gran sublevación de los nativos hasta el Ucayali, y que en el Pangoa fue encabezada por el nativo Churinguanti. Toda la labor que el Monseñor Francisco Irazola había realizado el año anterior fue destruida, así como las chacras de los cocaleros de Llaylla, Mazamari y algunos de la parte alta del valle de Satipo hasta La Victoria.

Fue justamemte su excursión realizada en 1912 que tuvo la idea de la construcción de un camino que uniera Pampa Hermosa con el Perené, pues Juán Valladares no terminó la carretera como convino con el Estado. Lo que mandó a construir a sus peones fue solamente lo conocido como la "Trocha Valladares" en la parte llana del valle, desde la Rinconada hasta el riachuelo Alberta, pasando por la zona alta de lo que hoy es el pueblo de Satipo.

El padre Fraile Rafael Gastelua, tuvo a su dirección esta obra, desde su inicio en el caserío Santa Ana, en el año 1916, y contó con la colaboración de don Augusto Hilser para lograr el ansiado objetivo.

1915, es el año que se inicia "oficialmente" el proceso de colonización.

En 1916, Monseñor Francisco Irazola, ordena la fundación de la Misión de Río Negro, quedando al cuidado de ella Fraile Bernardino Muñoz por muchos años.

En 1919 se terminó la construcción del camino de herradura hasta la confluencia del Pangá y el Perené, habiéndose fundado en aquel lugar la Misión de Puerto Ocopa, quedando encargado de ella el hermano Fraile Antonio Luna.

En 1920 se fundó el pueblo de Bellavista en donde había un huaro y en donde más tarde, en 1924, se construyó un puente colgante llamado Puente Masías, quien cobraba un peaje a quienes querían atravesarlo basado en la Ley_4600 de 1922. El primer Teniente Gobernador del reciente fundado pueblo fue don Ceferino Vásquez, vecino de San Pedro, con jurisdicción hasta la boca del Pangoa.

El 24 de Diciembre de 1922, el gobierno de don Augusto Bernardino Leguía y Salcedo (1919-1930) da la Ley_4600, concediendo autorización a los particulares para construir puentes y caminos. El objetivo de esta ley era impulsar la construcción de caminos pudiendo cobrar pasajes y pontazgos (peajes) los particulares que hayan construído.

En 1922 se inicia la construcción de la carretera: Concepción – Satipo.

En 1925 se inauguró el primer tramo Concepción – Comas.

En 1927 se crea por Resolución Suprema la Dirección de Inmigración y Colonización de Tierras de Montaña, nombrando administrador de las tierras de Satipo a Monseñor Francisco Irazola.

Se estableció un Hotel de Inmigrantes en el Callao, en el galpón que fue la antigua fábrica de fósforos El Sol, y un Hotel de Colonos en la Av. Manco Cápac en Lima.

De aquí partieron grupos de colonos para Satipo desde marzo de 1926 hasta 1929. La mayor parte peruanos pero también hubieron austriacos, alemanes, húngaros, polacos, rusos y muy pocos españoles e italianos.

En 1927 llegó como primer Jefe de la Colonia don Carlos Schambaer trayendo como auxiliares a don Atilio Palmieri, de orígen italiano; como comisario a don Celso Chirinos Bautista, jefe de guardia Alférez Luque, reemplazado después por el Alférez Rufasto y provisionalmente almacenero don Demetrio Candela.

Al año siguiente el Estado reserva 40 hectáreas de tierra, para ubicar la futura ciudad de Satipo, después de lo cual Monseñor Irazola mandó rozar doce hectáreas de terreno en el lugar señalado donde esta hasta la actualidad la Plaza de Armas y el centro del pueblo de Satipo.

De igual manera se asigna en dicha área urbana un lote de 1250 metros cuadrados para cada jefe de familia de colonos que construyera su vivienda en el plazo de un año, tiempo considerado suficiente para financiar dicha construcción. La Jefatura de la Colonia se trasladó a este lugar ocupando una casa abandonada de un colono en la que es hoy la calle Manuel Prado.

El 4 de julio de 1929 se realizó en la Jefatura la fundación del pueblo de Satipo, fueron nombrados como padrinos al Presidente de la República don Augusto B. Leguía y a su hija Carmen Leguía, representados por don Augusto Hilser y doña Aurora Cornejo, respectivamente. En dicho acto no tuvo intervención el Administrador de la Colonia Monseñor Irazola, de cuya fundación no queda ningún documento ni prueba tangible alguna.

Entre abril y julio de 1929, llegaron muchos europeos, principalmente austriacos que fundan "Villa_Flavia" a orillas del riachuelo Kipauriari, quienes se vieron forzados de abandonar todo luego de la caída del gobierno de don Augusto B. Leguía y la gran crisis mundial de los años 30's, pasando muchas penurias para regresar a sus países de orígen luego de haber sido abandonados a su suerte como los peruanos por el gobierno de Luis Miguel Sánchez Cerro (1930-1933), quien sólo se acordó de Satipo para instalar allí una cárcel.

El 20 de Febrero de 1930 se crea el distrito de Andamarca en la provincia de Jauja, con Ley_6794, conformada por los pueblos de Matapa, Pucacocha, Punca, Andamayo; los caseríos de Churay, Tambo, Llama, Socos, Huánuco, Montehuasi, Huancamachay, San Miguel, Jatunhuasi, Jampato, Chilia, Aluhanya y sus comprensiones; las haciendas ganaderas Callanca y Jampato y los caseríos de montaña Apalla, Pampa Hermosa, Satipo y Pangoa.

Era encargado de la Jefatura don Otto Bludau cuando, luego de 11 años de gobierno de don Augusto B. Leguía y Salcedo (período conocido como el "Oncenio de Leguía") fue derrocado por el Comandante Luis Miguel Sánchez Cerro (1930-1933), el 25 de Agosto de 1930, apresado e internado en el Penóptico de Lima, donde falleció en 1932.

Las consecuencias de este hecho fueron trágicas para la colonia, pues se suprimieron los subsidios a los colonos, quedando Satipo abandonado a su propia suerte, por lo cual muchos colonos se vieron forzados a emigrar a otros lugares.

 

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